Codex Calixtinus: Cap. IV, Cap. V. Cap. VI. La primera guía del Camino de Santiago. El Codex Calixtinus, fue escrito hacia 1135 y se le atribuye la autoría a Aymeric Picaud, clérigo de Le Puy (Francia). Se puede ver una copia del Codex Calixtinus, en la exposición permanente que hay en el Castillo Templario de Ponferrada.
|
| Codex Calixtinus | Codex Calixtinus 1 | Codex Calixtinus 2 | Codex Calixtinus 3 | Codex Calixtinus 4 | Codex Calixtinus 5 |
| Poblaciones | Albergues | Hoteles y Hostales | Restaurantes | T. Mochilas | Que puedes ver | Mapas | Transportes | EMERGENCIAS |
El señor instituyó en este mundo tres columnas muy necesarias para el sostenimiento de sus pobres, a saber, el Hospital de Jerusalén, el de Mon-Joux y el de Santa Cristina que está en el Somport.
Estos tres hospitales, están colocados en sitios necesarios; son lugares santos, casas de Dios, reparación de los santos peregrinos, descanso de los necesitados, consuelo de los enfermos, salvación de los muertos, auxilio de los vivos.
Así, pues, quien quiera que haya edificado estos lugares sacrosantos poseerá sin duda alguna el reino de Dios.
Estos son los nombres de algunos "camineros" que en tiempos de Diego, arzobispo compostelano, y de Alfonso, emperador de España y Galicia, y de Calixto, papa, repararon, por piadoso amor de Dios y del Apóstol, el camino de Santiago desde Rabanal hasta Puertomarín, con anterioridad al año del señor 1120, reinando el rey Alfonso de Aragón y el Rey de Francia Luís el Gordo: Andrés, Rogerio, Alvito, Fortún, Arnaldo, Esteban y Pedro que reconstruyó el puente del Miño destruido por la reina Urraca.Descansen en paz eterna las almas de éstos y las de sus colaboradores.
Del Somport procede el saludable río llamado Aragón, que riega España. De Port de Cize, en cambio, sale el sano río que por muchos es llamado Runa y baña Pamplona.
Por el Puente la Reina pasa el Arga y también el Runa. Por el lugar llamado Lorca, en su parte oriental, pasa el río que se llama Salado. Allí guárdate de beber ni tú ni tu caballo, pues el río es mortífero. En nuestro viaje a Santiago, encontramos a dos navarros sentados a su orilla que estaban afilando sus navajas, con las que solían desollar las caballerías de los peregrinos, que bebían aquella agua y morían. Y a nuestras preguntas contestaron, mintiendo, que era buena para beber. Por lo cual abrevamos en ella a nuestros caballos y en seguida murieron dos de ellos, que inmediatamente aquellos desollaron.
Por Estella pasa el Ega: su agua es dulce, sana y muy buena. Por la villa llamada Los Arcos corre un agua muy malsana. Y más allá de Los Arcos junto al primer hospital, es decir, entre Los Arcos y el mismo Hospital, pasa una corriente mortífera para las bestias y hombres que beben sus aguas. Por el pueblo que se llama Torres, en Navarra, corre un río malsano para animales y hombres que en él beben. Luego, por la villa llamada Cuevas, fluye un río igualmente nocivo.
Por Logroño pasa un río enorme, llamado Ebro, de saludables aguas y abundantes peces. Todos los ríos que se encuentran desde Estella a Logroño son malsanos para beber hombres y bestias, y sus peces lo son para comerlos.
Si alguna vez comes en España y en Galicia el pescado que vulgarmente se llama barbo, o el que los del Poitou llaman a los a y los italianos clipia, o anguilas o tencas, seguro que enfermas o mueres inmediatamente. Y si por casualidad hubo quien los comió y no enfermó, es porque o fue más sano que los otros o permaneció largo tiempo en aquella tierra. Todos los pescados y carnes de vaca y cerdo en toda España y Galicia producen enfermedades a los extranjeros.
Los ríos que, por el contrario, se consideran dulces y buenos para beber se llaman vulgarmente con estos nombres: el
Pisuerga, río que baja por Itero del Castillo; el Carrión, que pasa por Carrión, el Cea, por Sahagún; el Esla, por Mansillas; el
Porma, que pasa por un gran puente que hay entre Mansilla y León: el Torío, que corre por León al pie del Castro de los Judíos; el
Bernesga, que pasa junto a la misma ciudad, por la otra parte, o sea hacia Astorga; el Sil, que baña Ponferrada en Valverde; el
Cua, por Cacabelos; el Burbia, que corre por el puente de Villafranca; el Valcarce, que baja por su valle; el Miño, que pasa por Puertomarín;
un río que está a unas dos millas de Santiago, en un sitio de mucho arbolado, que se llama Labacolla,
porque en él suele la gente francesa que peregrina a Santiago se lava, por amor al Apóstol, no solamente sus vergü
enzas, sino
también despojándose de sus vestidos, la suciedad de todo su cuerpo. El río Sar, que corre entre el Monte del Gozo y la ciudad
de Santiago, se considera sano. El río Sarela, que pasa por la otra parte de la ciudad, hacia poniente se dice igualmente que es
saludable.
He descrito así estos ríos para que los peregrinos que van a Santiago procuren evitar el beber de los malsanos y puedan elegir los buenos para ellos y sus caballerías.